Hola General. Llevo muchos días sin hablarte. Nada particular contra ti, pero bueno, parece que las cosas van volviendo a su curso, y tengo ya tiempo para organizarme.
Ha llovido desde la última vez que me dirigí a ti. Por mis mejillas y en la ciudad.
Han surgido cuestiones nuevas que tú de seguro miras ahí, entre asombro e incredulidad.
Los autobuses, General, los autobuses.
El sábado pasado decidí hacer un programa en Frontera Radio sobre la guerra en Gaza, a la vez que se hacía una manifestación en Jerez sobre el mismo tema. Era una oportunidad para que las personas que no pudieran asistir se expresaran y así, de alguna manera, aportar su grano de arena en esa manifestación ciudadana en contra de la guerra.
Pero no pudo ser, General. Al menos como yo quería, porque por mucho que yo encauzaba el tema a la guerra, las personas que llamaban se dirigían a otro: los autobuses.
Es triste, General, que ese fuera el principal problema del ciudadano, y diera de lado a esas muertes. Pero somos así, que le vamos a hacer.
Si nuestro problema más grande es el de los autobuses, pues nada, hablaremos de él. Pero el desprecio que se hizo a las víctimas, la verdad, que a mí me dolió.
Autobuses. Quejas. Nos cuesta cambiar. Sobre todo, cuando el cambio no conlleva que la parada más próxima esté en mi casa y el destino justo donde yo voy.
También salieron problemas que no tenían nada que ver con la logística de los recorridos.
Luego, aquella manifestación, bueno, o griterío contra el Delegado de Movilidad. Más tarde, me explicaron quienes eran aquellas personas que estaban allí, y porque estaban. Claro, así lo entendí todo, General.
Pero en todo esto, pese a las acusaciones de alguna oyente de que la alcadesa no se monta en autobús o que quien dirige este cambio, está en un despacho y no se entera (obviando que la Alcaldesa tiene familia, amigos, compañeros y personas dedicadas a estudiar este tema, que le dicen como va este tema cada minuto, y obviando que un despacho es donde se diseñan los planos, descalificando el trabajo de oficinas, imprescindible trabajo de oficinas). Y otra acusaciones que a mí en mi interior me hacían partir de risa: 'Que sepa que yo no la voto más'. Ya. Tú no votaste a la Alcadesa, jeje, tú votaste lo que todos sabemos y por eso estás así. Y aparte no te enteras: la Alcaldesa no hace estas acciones con vista a ganar votos. Eso era antes. Las hace en aras del bien común. ¿No creen que si fuera una irresponsable que sólo buscara su beneficio electoral, se hubiera mojado como lo está haciendo? Pues claro. Por eso, los autobuses han estado tantos años como han estado. Mal.
Y al final, General, se cumplió lo que dije. Que este Ayuntamiento, esta Alcaldesa no es como lo que había antes. Ahora se escucha. Y lo que hay que cambiar, se cambia. Claro, alguien dirá que está improvisando. Pero yo, General, a esto que llaman improvisación, yo le llamo participación. Porque las cosas, se demuestran como funcionan, andando. Y eso es lo que se está haciendo. Pero claro, si se hace, se impone. Si no se hace, dejadez. Y si se cambia, improvisación.
Y en cuanto a la Porvera, que tú no llegas a ver, pues qué decirte. Que muy bien. Que no se puede aparcar en doble fila. Y mucho menos pedir a las autoridades poder cometer una ilegalidad. Eso, además de no ser solidario, es imposible.
Te dejo en tú pedestal. Afina los oídos. A saber que escuchas, General ¿no?
Han surgido cuestiones nuevas que tú de seguro miras ahí, entre asombro e incredulidad.
Los autobuses, General, los autobuses.
El sábado pasado decidí hacer un programa en Frontera Radio sobre la guerra en Gaza, a la vez que se hacía una manifestación en Jerez sobre el mismo tema. Era una oportunidad para que las personas que no pudieran asistir se expresaran y así, de alguna manera, aportar su grano de arena en esa manifestación ciudadana en contra de la guerra.
Pero no pudo ser, General. Al menos como yo quería, porque por mucho que yo encauzaba el tema a la guerra, las personas que llamaban se dirigían a otro: los autobuses.
Es triste, General, que ese fuera el principal problema del ciudadano, y diera de lado a esas muertes. Pero somos así, que le vamos a hacer.
Si nuestro problema más grande es el de los autobuses, pues nada, hablaremos de él. Pero el desprecio que se hizo a las víctimas, la verdad, que a mí me dolió.
Autobuses. Quejas. Nos cuesta cambiar. Sobre todo, cuando el cambio no conlleva que la parada más próxima esté en mi casa y el destino justo donde yo voy.
También salieron problemas que no tenían nada que ver con la logística de los recorridos.
Luego, aquella manifestación, bueno, o griterío contra el Delegado de Movilidad. Más tarde, me explicaron quienes eran aquellas personas que estaban allí, y porque estaban. Claro, así lo entendí todo, General.
Pero en todo esto, pese a las acusaciones de alguna oyente de que la alcadesa no se monta en autobús o que quien dirige este cambio, está en un despacho y no se entera (obviando que la Alcaldesa tiene familia, amigos, compañeros y personas dedicadas a estudiar este tema, que le dicen como va este tema cada minuto, y obviando que un despacho es donde se diseñan los planos, descalificando el trabajo de oficinas, imprescindible trabajo de oficinas). Y otra acusaciones que a mí en mi interior me hacían partir de risa: 'Que sepa que yo no la voto más'. Ya. Tú no votaste a la Alcadesa, jeje, tú votaste lo que todos sabemos y por eso estás así. Y aparte no te enteras: la Alcaldesa no hace estas acciones con vista a ganar votos. Eso era antes. Las hace en aras del bien común. ¿No creen que si fuera una irresponsable que sólo buscara su beneficio electoral, se hubiera mojado como lo está haciendo? Pues claro. Por eso, los autobuses han estado tantos años como han estado. Mal.
Y al final, General, se cumplió lo que dije. Que este Ayuntamiento, esta Alcaldesa no es como lo que había antes. Ahora se escucha. Y lo que hay que cambiar, se cambia. Claro, alguien dirá que está improvisando. Pero yo, General, a esto que llaman improvisación, yo le llamo participación. Porque las cosas, se demuestran como funcionan, andando. Y eso es lo que se está haciendo. Pero claro, si se hace, se impone. Si no se hace, dejadez. Y si se cambia, improvisación.
Y en cuanto a la Porvera, que tú no llegas a ver, pues qué decirte. Que muy bien. Que no se puede aparcar en doble fila. Y mucho menos pedir a las autoridades poder cometer una ilegalidad. Eso, además de no ser solidario, es imposible.
Te dejo en tú pedestal. Afina los oídos. A saber que escuchas, General ¿no?
a la gente le cuesta ver más allá de su ombligo, un poco triste la verdad. Besitos
Lo de los autobuses lo considero el plan menos previsto y menos dialogado de nuestro ayuntamiento, es una verdadera chapuza, pero eso nadie lo va a reconocer. Es una imposicion estilio que me recuerdan lo tiempos de una antiguo alcalde que tuvo Jerez.
Para nada, peregrino, y lo sabes. Aquí se escucha. Y lo que se pide se cambia. Ya ha habido varios cambios a petición de los usuarios. Las cosas se demuestran andando y andando los autobuses es como se ve lo que falla o no.
Antes , es verdad que no se escuchaba.
De imposición, nada.